Sobre Finca Alianza

Floriselda nació en el mundo del café, específicamente en la Finca Alianza de aproximadamente 60 cuerdas divididas en 4 lotes ubicados a 1,000 metros sobre el nivel del mar, perteneciente al municipio del Palmar en el departamento de Quetzaltenango, Guatemala con un clima de bosque tropical húmedo. Su café, de una forma única, lo conservan por medio del cuidado al medio ambiente para que este sea 100% orgánico certificado por Kiwa BCS Öko garantie con sede en Costa Rica. Floriselda tiene como parte de su esencia y marca personal al café de su finca, su camino en la caficultura empieza con sus abuelos, quienes llegan del altiplano de Guatemala a la costa para hacer crecer su familia y agricultura, ahí nacen sus padres y ella da sus primeros pasos en la vida de la mano del café.

Su pasión por el café como familia, empieza a dar frutos luego de la adquisición de su finca después de 2 años continuos de lucha con varias familias de su comunidad, ya que está había sido hipotecada por el antiguo dueño. Sin embargo, esto no fue ningún impedimento ya que en conjunto y por medio del trabajo en equipo, lograron adquirir su finca para continuar con el proceso de la cosecha de café y otros cultivos como lo es la macadamia, destacando lo maravilloso de los mismos. Sus mejores recuerdos con el café destacan la época de cosecha en los últimos meses del año, donde recuerda con mucho cariño el añorar la época del café para ayudar a sus padres en la recolección y de esta manera, celebrar las fechas festivas en familia.

Ahora Floriselda continua con ese legado aprendiendo constantemente de su principal mentor y motivación en la caficultura, su papá. Como pieza fundamental de su vida es la lucha para que todas las mujeres de su comunidad tengan las mismas oportunidades y participación por medio de la cooperativa “Alianza S.A. Importadora y Exportadora” de la cual forman parte 10 mujeres y a la cual apoya siendo socia activa y parte del consejo de administración para la producción de macadamia. Su amor por el café va más allá del trabajo arduo detrás, va de la mano con una gran sonrisa, amor y esperanza para que las condiciones en las cuales se encuentra el mercado del café mejoren en Guatemala y sus productores obtengan mejores condiciones para nunca dejar de cultivar el café tan distintivo de Guatemala.

Para Floriselda, el aprendizaje continuo y constante es fundamental y disfruta participar de distintos talleres ya que cree firmemente en la mejora continua no solo en lo profesional, sino que también en lo personal. Asimismo, desea inspirar a más productoras de café como la han inspirado a ella para que más mujeres puedan tener sus parcelas propias, cultivar y hacer llegar su café a todos los rincones del mundo por medio de la ayuda a agricultores que se ve reflejado en su trabajo dentro de la cooperativa a la cual ella pertenece. Además, ser un medio para motivar a las compañeras productoras de su comunidad para que se puedan involucrar y seguir aprendiendo de ellas mismas para destacar como mujeres caficultoras, mejorar sus producciones y condiciones de vida.

Floriselda no solo cultiva café, no solo es productora, ella es sobresaliente y el café ha sido parte significativa en su vida ya que por medio de la caficultura se desarrolla como ser humano y une a su familia para siempre tener la motivación de mejora continua, aumentar y renovar sus cafetales. Conservar lo que ha sido herencia familiar desde años atrás y mantener orgullosamente lo que para ella desde el fondo de su corazón y el mundo es lo mejor, su café.