Sobre Finca El Zapote

Desde muy pequeña, María Elsa Girón Paz, gustaba mucho del campo, pues creció con el ejemplo del su padre quien tenia la pasión por el cultivo de café. El amor hacia la tierra vino de generaciones atrás, pero no se dio cuenta de cuán grande era este amor hasta que comenzó a hacerse cargo con su madre y sus 3 hermanos, hace dos años. Ella tuvo como inspiración principal a su papá por ser un hombre que le enseñó tanto de la vida y del amor a la tierra donde creció. Y sin miedo a lo que pudiera ocurrir y con poca experiencia en el rubro, María y su hermana decidieron tomar las riendas de la finca.

La finca recibió el nombre de “El Zapote” porque al hacerse cargo de la finca el dueño recibió un árbol parecido al zapote, que posteriormente sembró y decidió llamarla El Zapote. La finca queda ubicada en la aldea llamada Sumalito, en el municipio de Nebaj en el departamento de Quiché; a unos 265 km de ciudad de Guatemala y aproximadamente a 1500 y 1600 msnm. La mayor parte de la finca es bosque, tiene un área protegida de bosque y cuenta con árboles que datan de más de 100 años sembrados por el bisabuelo de María. Además, cuentan con fuentes de agua, el terreno es quebrado, con mucha montaña y un paisaje precioso con mucha vegetación.

“El Zapote” fue fundado por el bisabuelo de María, quien era originario de Vic un Municipio de Barcelona, España; hace más de 100 años. Él se enamoró de esas tierras y empezó con el cultivo y cosecha de café, heredando su amor por las tierras que más tarde fueron administradas por sus descendientes. Desencadenando de esta forma motivaciones para cumplir con sus objetivos a partir de la producción de este cultivo tan demandado a nivel mundial.

La situación en Guatemala, al igual que en otros países en vías de desarrollo, es crítica. En este contexto, la migración es tan solo uno de los principales problemas que aqueja la región, esto se ve reflejado en la falta de personal de trabajo para el rubro de la agricultura. Sin embargo, Finca El Zapote tomó este problema como una motivación, teniendo como fin principal reducir la migración por parte de las aldeas. La parte social es la que más resalta para Finca El Zapote como su principal interés por la producción de café.

María y su familia han recorrido un corto, pero muy importante camino en el mundo de la producción del café. A pesar de los obstáculos como la crisis económica, subida de precios, cambio climático, la lejanía del lugar y la transición de administración a la siguiente generación ha logrado seguir adelante logrando que la finca se mantenga bien organizada y continúa trabajando de forma eficiente. Su arduo e incansable trabajo va buscando a la vez aprender más sobre un mejor beneficiado, como otros procesos importantes en la cadena de producción para mejorar la calidad del café. Resultado de todo esto Anacafe estará brindando ayuda técnica en general, pues se inscribieron en el Programa de Rentabilidad Sustentable.

El perfil de la taza resalta por ser calificada de muy buena a excelente. Esta taza puede provenir de variedades como Borbón, Caturra, Catuai o Catimor. Sin embargo, se ha empezado a trabajar con la variedad Geisha también. La ubicación geográfica, su proceso de producción y tueste (medio) le dan una acidez moderada, como a manzana verde y limón; aroma caramelo y chocolate; con un cuerpo consistente; postgusto medio, persistente y prolongado; y sabores caramelizados y dulces, chocolate, lima, manzana y toronja. Un café fuera de lo común, con alta calidad y una historia detrás, es la descripción perfecta al tomar una taza de café de Finca El Zapote.