Sobre Finca El Quetzal

La historia detrás de la finca “El Quetzal”, es una historia de amor. Todo comenzó en 1967 cuando mi abuelo materno le regaló aproximadamente 300 manzanas de su hacienda original a mi papá cuando él culminó sus estudios de bioquímica y su tesis de doctorado sobre el café. Mi abuelo le dijo a mi papá: “A ver si es cierto que sabes sobre café. Esta parte de la finca no tiene árboles y es más alta”. 

Sin duda alguna este fue todo un reto para mi papá, pero él no quería desilusionar a su suegro y poco a poco se fue enamorando de la tierra llena de flora y fauna en la que se puede encontrar diversas fuentes de agua pura, árboles de madera preciosa y eucalipto. La finca “El Quetzal” se encuentra a unos 1200-1400 metros sobre el nivel del mar y está dentro de dos reservas naturales llamadas El Arenal y Datanli. Con los años diversas aves han emigrado y fue allí donde mi padre logró observar un Quetzal. De esa experiencia nace el nombre de la finca. 

Todo el esfuerzo de mi papá valió la pena, pues la finca llegó a ser reconocida como la finca más productiva por manzana. Tristemente, durante la revolución de 1979, el gobierno nicaragüense lo deportó por injerencia en la política agrícola, pues él era ciudadano americano. 

Cuando logró regresar a la finca en 1992 la encontró desbaratada. Mi papá tenía los mismos ánimos de reconstruirla, pero esta vez se quería enfocar más en la calidad de su café y no tanto en la cantidad producida. 

Al morir mi papá en 2007, la finca le quedó a esposa e hijos. Yo entré a la industria del café tostado en 2009. Ahora, a los 86 años de mi mamá, deseo ayudarla con la administración y optimización de la finca. Asimismo, deseo conocer más sobre los procesos involucrados en esta industria para que la finca sea más transparente y próspera.  

A través del café de la finca, espero transmitir a mis consumidores y trabajadores alegría, conocimiento y orgullo. De igual forma, busco transmitir el proceso largo que se necesita para degustar el café nicaragüense en una taza y hacer conciencia en el costo y la vida que tiene un productor y sus trabajadores. 

Algunos de los retos a los cuales me enfrento actualmente son: capacitar a mis compradores y consumidores, ser más creativa y ver más oportunidades de producción en la finca para generar otros ingresos, buscar formas para poder tener más empleados fijos trabajando durante todo el año en la finca, tener un mejor conocimiento sobre el suelo de la misma y sin duda alguna otro gran reto es entrar a la industria del café siendo mujer. Deseo apoyar y ayudar a los trabajadores de la finca “El Quetzal” para salir adelante juntos a pesar de los factores económicos que afectan a nuestro país actualmente. Soy una mujer entusiasta, trabajadora y con ánimos de seguir aprendiendo sobre la industria del café para ayudar a mi familia y a todos mis seres queridos que me rodean en “El Quetzal”. 

Actualmente en la finca el “El Quetzal” se cultivan distintas variedades de café arábica, entre ellas están: Caturra, Catimor, Marsellesa, Java y Obata. La finca también cuenta con distintos ojos de agua pura y un beneficio húmedo. Fuera de la finca, a unos 600 metros sobre el nivel del mar se encuentra el beneficio seco en donde también se procesa parte de nuestro café. 

Destalles de la Finca

TAMAÑO: 280 manzanas

ALTITUD: 1200-1400 msnm

VARIEDADES: Caturra, Catimor, Marsellesa, Java, Obata

UBICACIÓN: Matagalpa/ Jinotega, Nicaragua

Información de Contacto:

Phone Number: +505 8114 0393

Email: lily.montealegre@cafedonpaco.com