Sobre Finca San Rafael

Finca San Rafael, llamado en honor al patrono de los médicos, representa la historia de una médica de profesión, pero cafetalera de nacimiento ya que pertenezco a la 4ta generación de productores de café. Todavía recuerdo cuando de niña recorría junto a mis hermanos los cafetales de la finca de mi familia, rodeada de neblina, el rocío mojando mi rostro y disfrutando uno de mis olores favoritos, el olor a los cafetales floreando.

Después de 32 años de ser únicamente la hija de un caficultor en 2016 con mi esposo decidimos dar un paso más en esta aventura, a pesar de la difícil situación que está atravesando el mundo del café, comprando una finca de 25 manzanas. La finca está ubicada en una zona poco conocida de la región Apaneca-Ilamatepec a 1450 metros sobre el nivel del mar frente al Volcán el Chingo, creando condiciones excelentes para producir un café de muy buena calidad que nos encanta compartir al mundo.

San Rafael es una finca con difícil acceso, y por eso, falta de agua potable y energía. Porque de estos desafíos, estamos tan dedicados a mejorar las vidas de nuestros vecinos por el poder del café. Cuando no estamos ocupadas con la caficultura, empeñamos nuestros esfuerzos en la realización de pequeñas campañas médicas para nuestros vecinos y sus familias. En estas campañas, tratamos de entregarles vitaminas, medicamentos contra parásitos, además de equiparlos con un botiquín para emergencias

Nuestra misión es seguir produciendo un café de muy alta calidad de las variedades bourbon, pacas y pacamara con las que cuenta la finca y así poder expandir la exportación de nuestro café a Europa y Asia. Al día de hoy tenemos 2 hijos a quienes desde ya estamos introduciendo en este fascinante mundo para transmitir esa pasión que tenemos por el café y que ha trascendido de generación en generación.