Sobre Finca San Miguel

“Proyectar los valores de las mujeres que luchan dentro de un rubro liderado por hombres, transmitir el esfuerzo de cada mujer desde la tierra hasta la mesa del consumidor, puesto que no hay un solo proceso donde no esté la intervención de la mujer”.

Estas palabras de Gema Villagra, originaria de Nicaragua, la inspiran para salir adelante y darse a conocer al mundo con sus productos innovadores a pesar de situaciones económicas adversas que hoy en día se viven dentro de su país.

Nicaragua, históricamente cafetalero, apuntaba a ser un país muy rico económicamente, sin embargo, lastimosamente la historia transcurrida no fue tan satisfactoria como se esperaba. El país ha sufrido altos y bajos, pero desde el año 2018, se ha empezado un problema sociopolítico el cual ha obligado a los nicaragüenses a ser más estratégicos a la hora de realizar sus negocios, como es para el caso de Gema, forzandolos a trabajar los recursos propios y explotarlos de una manera más dinámica.

“Sé fuerte, nunca sabes a quién inspiras”

En el año 2019 Gema sufrió un fuerte accidente de carretera el cual la llevó a buscar su propósito en la vida. Siendo hija de cafetalero, conocido como Ingeniero Juan Pablo Villagra, quien es dueño de la Finca San Miguel, ubicada entre Matagalpa y Jinotega, vio una gran oportunidad económica para superarse a sí misma y apoyar de alguna manera a su padre, comprándole el café a un precio justo.

“Y si dejas de pensarlo tanto y simplemente lo intentas?”

Desde pequeña observaba a su padre dentro de la finca y cómo realizaba todo el proceso del café. Sin embargo, no fue hasta ya de grande en el año 2019 donde ella se empezó a interesar más en la caficultura, pero desde el lado comercial, no meramente productivo. A lo largo de estos últimos años, se ha mantenido educando más en los temas de manejo de fincas para cuando le toque a ella tomar cierta parte a cargo y logre sacarla adelante, ya que para ella será un honor perseverar el patrimonio de sus padres. El interés más grande surgió cuando ella se dio cuenta de las grandes oportunidades que se tienen con un buen café y sobre todo al hallar una manera innovadora y diferente de comercializarlo en Nicaragua.

“Cuando hay ganas, todo se puede”

Para salir adelante a pesar de las dificultades, decidió diseñar una forma diferente de empaque. Fue ahí en donde surgió el Caté, el cual es un café empacado en bolsas parecidas a las de té. Asimismo, detrás de las etiquetas están escritas frases motivacionales para transmitir alegría, tranquilidad y sobre todo, satisfacción al cliente. El enfoque de esta idea va dirigida a jóvenes adultos entre 24 y 45 años, trabajadores independientes y oficinistas, personas que quizás no tienen tiempo para esperar una cafetera, no quieren seguir gastando en gastos “hormigas” como los cafés de cafetería, o simplemente no les gusta el café recalentado de cafeteras comunes. Por lo que son ellos a los que la practicidad de Caté les resultaría perfecto.

“Limpia tu mente del NO PUEDO”

A pesar de que se le sea difícil encontrar puntos de ventas adecuados para el producto y darlo a conocer con un presupuesto reducido y que en algunos momentos no tenga una producción de café suficiente para dar a abasto a la demanda, Gema sigue adelante y su motivo es seguirle comprando el café a su papá a un precio justo para que se pueda utilizar como reinversión en la finca y así producir más eficiente.

“No se brilla apagando la luz de los demás”

Su mayor inspiración es ella misma y sus ganas enormes de salir adelante. Es por ello que transmite dentro de sus frases el esfuerzo que realiza y con esto, no solo busca darles la mejor taza de café a sus clientes, si no también, una mejor perspectiva de ver la vida y disfrutar sus días.