Sobre Finca Santa Cecilia

A 2,100 metros sobre el nivel del mar, en el punto más alto de la región de Ayarza, Santa Rosa, Guatemala se encuentra la Finca Santa Cecilia, la cual fue propiedad formal de Vicente Alvizures, quien donó parte de su tierra a la comunidad para construir caminos, la iglesia y un cementerio, y como resultado ganó el respeto de todos los que lo rodean. Sin embargo, a finales de los años 1990, en herencia, la tierra fue dividida, y fue aquí donde la familia Duarte Alvizures se hizo responsable de la finca matriz. La familia sabía que la tierra tenía que ser utilizada en una manera significativa como lo hizo Vicente para su comunidad. Fue entonces cuando se decidió plantar aguacate Hass, siendo la primera finca de la región en este cultivo. Un par de años después, la familia decidió empezar a cultivar café debido a la creciente demanda regional. Sin embargo, lo que comenzó como un proyecto secundario eventualmente se convirtió en un negocio, por lo que en el 2018 se fundó Café Don Vicente.

Sin embargo, el desarrollo y crecimiento de Café Don Vicente no iba según lo planeado . Flor Duarte, hija de Humberto Duarte, quien se encargaba de la finca en ese entonces, vio el estado crucial en el que estaba la finca de su familia por lo que intervino en las decisiones de gestión y estructura administrativa. Durante esta etapa inicial, Flor obtuvo apoyo por parte de instituciones como la Cámara de Industria de Guatemala a través del programa “Propulsor de Emprendedores”. Fué parte también del programa “Incubadora de Negocios” del Centro Mundial de Emprendimiento de la Municipalidad de Guatemala (CME) y ahora es parte de “La Estación del Emprendedor”, oportunidad que le permite dar a conocer su proyecto a través de una tienda virtual y quioscos temporales en diferentes Centro Comerciales dentro de la ciudad de Guatemala.

Mientras Flor trabajaba junto a su padre en proyectos que les permitieran avanzar en la finca, descubrió problemas que también afectan a otros caficultores de su comunidad. Usualmente, las mujeres en las áreas rurales no suelen ser muy participativas en la caficultura, por lo que Flor cree que se le ha dado una oportunidad extraordinaria para mostrar lo valiosas que pueden ser las mujeres en la toma de decisiones importantes y espera que este pueda ser un modelo a seguir para las generaciones futuras. Actualmente en el negocio del café, hay “Beneficios” y “Coyotes” que compran el café al mínimo precio del mercado y dado que el pago es inmediato, muchos en esta industria aceptan la oferta, castigando la ganancia de los caficultores. A raíz de esto, el objetivo de Flor a través de Café Don Vicente es empoderar a otros caficultores de la Comunidad “El Carmen” con conocimientos técnicos y tecnológicos que promuevan el crecimiento socioeconómico de la región.

En 2021, Flor perdió a su padre debido a la pandemia de COVID-19, sin embargo dejó un legado por el cual luchar. A Flor y a su familia les gusta pensar que él trazó el camino para el éxito del proyecto y seguirán abogando por el bienestar y prosperidad de la comunidad de “El Carmen” en Ayarza, Santa Rosa