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Sobre Finca San Antonio Amatepec

Por generaciones, el café ha sido parte de la historia de Daniella. Ella recuerda que, junto a sus hermanas, desde pequeñas se les inculcó amor por el grano. Sin embargo, a medida que crecían, tomaron rumbos separados de las actividades de la finca. Su padre nunca las adentro a la caficultura debido al estigma de que es un rubro puramente de hombres. Todo este panorama cambió cuando la finca empezó a enfrentar diversos problemas económicos. Este momento de crisis se convirtió en una oportunidad de transformar la manera de hacer las cosas. Mas allá de los prejuicios, tomó el desafío de sacar adelante los cultivos. En ese momento, no importó cuánto conocimiento se tuviera del rubro y mucho menos si era mujer; lo primordial en ese entonces era salir adelante y salvar el patrimonio familiar. Pero al empezar a adentrarse al mundo del café, se enamoró y la motivo, junto a sus hermanas, a tratar de hacer del café un negocio rentable.

El padre de Daniella compró la finca en los años 70. Anteriormente, era una pedrera que se utilizaba para extraer materiales para construcción; el área estaba totalmente deforestada. Con mucho esfuerzo, su padre empezó a sembrar diversos árboles y cultivos de café Bourbon y Pacas. Al pasar los años, esa área gris sin ningún árbol logró florecer. Actualmente, Finca San Antonio Amatepec, ubicada en San Salvador, es un pulmón verde en la ciudad. La finca, de tierra volcánica, compagina una mezcla entre lo rural y urbano siendo uno de los pocos lugares que han preservado las áreas verdes.  Debido a esa fuerte responsabilidad por la conservación del medio ambiente, fueron acreditados por Rainforest Alliance, un símbolo de responsabilidad compartida y acción colectiva. Mas allá de las propiedades de su café lo que lo hace especial es este enfoque en preservar los bosques, mantener una armonía con el medio ambiente y las especies que habitan en él. 

Además de la preservación del entorno, la finca busca mejorar la vida de las personas que trabajan con ellos, principalmente a las mujeres. La finca cree en el potencial de la mujer y de las grandes transformaciones que le pueden dar al rubro y busca empoderarlas para que se involucren en el mundo del café, así como ella y sus dos hermanas lo hicieron. 

Daniella han encontrado un hogar en el café y se siente sumamente comprometida y enamorada con todo lo que hace. Ella nos relataba que su parte favorita es darle el primer sorbo a la taza de café; nunca deja de maravillarse por esa sensación. Para ella, probar su café le recuerda a un año entero de trabajo duro, labor que fue posible gracias a todas las personas que son parte de la cadena del café y la importancia que cada uno tiene para hacer realidad ese producto final. Asimismo, el café le ha dado diversas lecciones como la paciencia y la perseverancia; además, le ha enseñado que, a pesar de los errores en el trayecto, jamás hay que rendirse, la clave está en seguir aprendiendo y mejorando cada día. Finalmente, otra lección importante que le ha dejado es el sentido de comunidad, principalmente entre las mujeres. Ha descubierto una increíble red de apoyo femenino que la ha motivado a seguir persistiendo en el rubro. En un futuro, tienen como meta que su finca pueda procesar más café, mejorando la calidad cada año. Asimismo, espera poder instalar un beneficio para procesar café lavado, poder montar una tostaduría pequeña y, por supuesto, tener su propia marca.

La Finca San Antonio Amatepec es un ejemplo de empoderamiento, comunidad y transformación. Con pasión, perseverancia y trabajo duro se puede romper cualquier paradigma que nos retiene. 

Detalles

TAMAÑO: 140 manzanas (approx. 346 acres)

ELEVACIÓN: 1200 masl

VARIEDADES: Bourbon, Pacas, Maragogipe, Icatu Amarillo

PROCESO: Lavado, Natural, Honey

NOTAS: Piloncillo, Maracuyá, Rico, Cereza Cubierta de Chocolate, Mandarina, Manteca de Cacao, Praliné, Completo, Sedoso, Redondo, Casi Cremoso

UBICACIÓN:

COOPERATIVA: N/A